Optimiza los electrodomésticos imprescindibles en verano: frigoríficos y congeladores. La llegada del calor y el aumento de las temperaturas afecta al rendimiento de los electrodomésticos y puede hacerlo en la calidad de los alimentos almacenados.

Un frigorífico bien cuidado

Funciona las 24 horas del día conservando los alimentos frescos, los problemas más comunes en el frigorífico son falta de frío, condensación o fallo en la iluminación.

Mantén limpios y ordenados los cajones y bandejas para proteger de posibles bacterias tu frigorífico. No lo sobrecargues para evitar posibles fugas de frío.

Vigila su temperatura: la ideal es entre 4 ºC y 6 ºC, el congelador no inferior a 18 bajo cero. Si bajas de estas temperaturas estarás forzando el motor. Si está muy lleno, es mejor bajarle un grado para la buena conservación de los alimentos y volver a su temperatura una vez que esté en una carga más llevadera.

Intenta no abrir tanto la puerta, es uno de los errores más comunes, dejar la puerta abierta mientras decidimos qué cocinar. Al hacerlo, sale el aire frío y entra el de la temperatura ambiente, haciendo que el motor trabaje más y generando una pérdida de frío del 7%.

La ubicación es esencial, un frigorífico no debe estar cerca de una fuente de calor como placa de cocina, horno o calefacción. Y que tenga como mínimo 10 cm de distancia entre el serpentín y la pared para que el motor respire.

Revisa las puertas y mantenlo nivelado. Las juntas son las encargadas de mantener el aire interior, deben estar limpias y en buen estado, en caso contrario tendremos que reparar las gomas del frigorífico. Límpialas con vinagre y una bayeta con limpiador de superficies.

Una forma de que el motor no trabaje más es mantenerlo nivelado, si no es así, tendremos problemas para que la puerta esté cerrada de forma hermética. Para saber si está recto, podemos cerrar la puerta y dejar un folio pillado a la altura media del frigorífico.

Interior del frigorífico

Viene bien antes de periodos de intensa actividad como la Navidad, hacer un reset al frigorífico. Lo vaciaremos, desenchufaremos, retirando baldas y cajones que lavaremos con agua caliente y jabón.

En 2010, en un estudio sobre higiene en el hogar se demostró que cerca del 40% de los hogares contienen un alto nivel de moho y bacterias en la nevera.

Si quieres eliminar malos olores puedes colocar un limón partido por la mitad con clavos o un recipiente con bicarbonato para absorber malos olores. Algo que no falla es guardar los alimentos de forma hermética para evitar que desprendan olores y por supuesto, guardarlos en los cajones adecuados de nuestros frigoríficos.

Elimina el hielo con frecuencia. Si las paredes del frigorífico tienen más de 0,5 cm de hielo, hay que erradicarlo, de lo contrario el motor gastara más energía.

Ten limpias la bandeja de goteo y orificios de drenaje, son zonas que si no están bien limpias pueden causar bacterias.

Exterior del frigorífico

Todos pasamos la bayeta en el exterior del frigorífico, pero no es suficiente. Usa microfibra, agua y jabón neutro, no olvides la parte trasera, ya que el polvo puede provocar que el aparato no funciones correctamente.

Tubos, rejillas y la zona en torno al motor cada 12 meses como mínimo, no olvides desconectarlo mientras realizas estas tareas de mantenimiento.

Congeladores impecables con sencillos cuidados

La temperatura óptima depende de los alimentos que tengas almacenados en el congelador. Si hay frutas, carnes u hortalizas, lo habitual es una temperatura de -18ºC. Si tienes alimentos con azúcar como helados con -12 ºC es suficiente, si hay pescado, lo ideal es que la temperatura sea de -20 ºC para evitar el anisakis.

Mantenlo siempre limpio y ordenado, con los alimentos etiquetados en bolsas especiales para congelados, no llenes demasiado los cajones para no disminuir el rendimiento del congelador.

Las puertas deben abrirse lo necesario y cerrarlas de forma inmediata. Para su perfecto estado de revista deberás descongelar una vez al año.

Cuando descongeles, desconéctalo primero, usa agua caliente en una olla dentro del congelador y cierra su puerta. Si no tienes prisa en resetear y descongelar, podrás hacerlo de forma manual y después de que se haya derretido el hielo podrás limpiar con jabón neutro y trapos limpios.

Sigue estos consejos refrescantes y disfruta de un verano sin preocupaciones en la cocina.

Gracias por leernos. Nos vemos en infiniton.es

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